1 Reyes 18:10 Jehová tu Dios, que no hay nación ni reino a donde mi señor no haya enviado a buscarte; y cuando dijeron: No está allí; hizo juramento del reino y de la nación, que no te encontraron.

Ver. 10. No hay nación ni reino. ] Y, sin embargo, el profeta, por la industria de la viuda, no se escondió más lejos de él que Sarepta, una ciudad de su suegro Etbaal. Esto fue obra del propio Dios; y lo mismo se hizo para el bueno Atanasio, de quien, durante cuarenta y seis años, tanto tiempo que duraron sus problemas, se dice que no encontró más amigo que Dios y la muerte: uno un defensor de su inocencia, el otro el consumador de todas sus miserias. Algunos informan de él, que vivió seis años en un pozo, sin la luz del sol, abandonado por los amigos y perseguido por los enemigos en todas partes.

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