Y Acab llamó a Abdías, que era gobernador de su casa. (Ahora Abdías temía mucho al SEÑOR:

Ver. 3. Y Acab llamó a Abdías. ] ¿Quién no fue ni el profeta Odadías, como algunos han pensado, ni ese buen capitán de más de cincuenta años, que le rogó la vida a Elías, 2Re 1:13 sino otro, un buen oficial, bajo el malvado Acab; como también Jacob a Labán, José a Faraón, Naamán a Ben-adad, Mardoqueo a Asuero, Nehemías a Artajerjes, algunas buenas personas en la casa de Nerón, Trajano a Valente, Cromwell a Enrique VIII, etc.

Ahora Abdías temía mucho a Dios. ] Y Dios lo soportó, aunque no arriesgó su vida y libertad por las ceremonias legales.

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