Subieron, pues, el rey de Israel y Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad.

Ver. 29. Y subió Josafat rey de Judá. ] Es extraño que, habiendo sido advertido con tanta justicia, todavía debería ir con Acab; pero le había pasado su palabra y no quería retroceder. De modo que la reina de Navarra, queriendo una esposa francesa para su hijo, no quiso oír hablar de sus ministros que la disuadieran respecto a la diversidad de religiones; pero siguió adelante, hasta la destrucción de ella y de otras trescientas mil personas en la masacre de París.

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