Hoy el SEÑOR te entregará en mi mano; y te heriré, y te quitaré la cabeza; y daré hoy los cadáveres del ejército de los filisteos a las aves del cielo ya las fieras de la tierra; para que toda la tierra sepa que hay un Dios en Israel.

Ver. 46. ​​Hoy el Señor te entregará en mi mano. ] Quandoquidem mihi pro armatura Dens est, ya que Dios es mi defensa, Jehová el Conquistador, como Josefo trae a David diciendo. Y seguramente por la fuerza de su fe heroica, David deja volar aquí a su adversario, no de otra manera que si hubiera envuelto en su honda, no una piedra, sino el Dios bendito mismo, si se me permite decirlo con reverencia a su Majestad.

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