También David se levantó después, salió de la cueva y clamó tras Saúl, diciendo: Mi señor el rey. Y cuando Saúl miró hacia atrás, David se inclinó con el rostro a tierra y se inclinó.

Ver. 8. Y salió de la cueva. ] Que con su justa disculpa podría hacer triunfar su propia inocencia en la conciencia del tirano, como de hecho lo hizo.

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