Y [había] un hombre en Maón, cuyas posesiones [estaban] en Carmelo; y el hombre era muy grande, y tenía tres mil ovejas y mil cabras: y estaba esquilando sus ovejas en el Carmelo.

Ver. 2. Y había un hombre. ] O más bien, un bruto de oro, χρυσουν προβατον, un - como Calígula llamó a ese rico desgraciado, su suegro, Syllanus, - o un gran Colosas lleno de basura.

Y tenía tres mil ovejas. ] La riqueza de los hombres de antaño consistía principalmente en sus rebaños de ganado; de donde el dinero también en latín tiene su nombre: Omnis enim pecuniae pecus fuit fundamentum, dice Columela. B

un Dion.

b A pecudibus pecunia, et peculium. - Liv. vi.

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