Y ella se levantó, se postró rostro en tierra y dijo: He aquí, tu sierva sea tu sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor.

Ver. 41. He aquí, sea tu sierva una sierva. ] Un cumplido muy humilde y hermoso: en el que también expresa su fe, al pensar tan bien en David, cuando él estaba en tal condición. También mostró su confianza en Dios al tomar una esposa en medio de tantos problemas.

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