Porque Ezequías, rey de Judá, dio a la congregación mil novillos y siete mil ovejas; y los príncipes dieron a la congregación mil novillos y diez mil ovejas; y gran número de sacerdotes se santificaron.

Ver. 24. Y los príncipes dieron mil becerros. ] Ni el rey ni los príncipes perdonaron el costo de promover una moción tan buena y de atraer al pueblo a quedarse con deleite; especialmente los de las diez tribus, para que estén mejor instruidos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad