Y exigió Manahem el dinero de Israel, [sí] de todos los valientes y ricos, de cada hombre cincuenta siclos de plata, para dárselo al rey de Asiria. Entonces el rey de Asiria se volvió y no se quedó en la tierra.

Ver. 20. Y Manahem exigió. ] Heb., Causado a salir, sc., Por sus exactores, quienes recibieron de sus súbditos ricos no menos sumas de maldiciones que de monedas.

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