Y cuando el rey llegó de Damasco, el rey vio el altar, y se acercó al altar y ofreció sobre él.

Ver. 12. Y el rey se acercó al altar. ] Urijah permitiéndole que lo hiciera; mientras que ese celoso sacerdote Azarías no toleraría que su abuelo Uzías, un hombre mucho mejor, ofreciera sacrificio. 2 Crónicas 26: 17-18

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