Partió, pues, Senaquerib, rey de Asiria, y fue y volvió, y habitó en Nínive.

Ver. 36. Partió, pues, Senaquerib, rey de Asiria. ] Alegrarse de haber escapado con la piel de los dientes, con la salvaguardia de su vida. Pero su conservación no era más que una reserva; y más bien, porque se lo atribuyó a Nisroch, su dios tutelar, adorándolo todavía, a pesar del derrocamiento de su ejército.

Y habitó en Nínive. ] Donde no había vivido cincuenta y cinco días antes de ser asesinado, dice Tobit; / APC Tob 1:21 quien también nos dice, / APC Tob 1:18 que a su regreso mató con furia a muchos de los israelitas en Nínive. Al igual que leemos de Selymus II, que en venganza de su pérdida en la batalla de Lepanto, habría dado muerte a todos los cristianos en sus dominios, e hizo muchos.

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