Entonces derramaron para que comieran los hombres. Y sucedió que mientras comían del potaje, gritaron y dijeron: Oh hombre de Dios, hay muerte en la olla. Y no pudieron comer [de él].

Ver. 40. Muerte en la olla. ] Porque esta droga no sólo es amarga, sino venenosa y perniciosa, causando crueles tormentos.

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