Si decimos: Entraremos en la ciudad, entonces habrá hambre en la ciudad, y allí moriremos; y si nos quedamos quietos aquí, también moriremos. Ven, pues, ahora, y caigamos ante el ejército de los sirios; si nos salvan la vida, viviremos; y si nos matan, moriremos.

Ver. 4. Caigamos ante el ejército de los sirios. ] Esto no debieron haber hecho - porque de esta manera se les podría dar ocasión a los idólatras de insultar y blasfemar al Dios verdadero, por no poder proveer para sus siervos, - sino más bien haber muerto en el lugar.

Si nos matan. ] El hambre extrema los había desesperado: como los de esta nación, hacia el año 700, que se juntaban de la mano, cuarenta o cincuenta en compañía, tirándose de cabeza al mar. a

Hic rogo, non furor est, ne moriare, mori? "

a Godw., Catal., 465.

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