Y el rey dijo a Absalón: No, hijo mío, no vayamos todos ahora, no sea que seamos culpables de ti. Y lo presionó; sin embargo, él no quiso ir, sino que lo bendijo.

Ver. 25. Para que no seamos responsables ante ti. ] Tan tierno fue David por este su hijo descortés: siempre se afectó con demasiada pasión a sus hijos, como se señaló anteriormente.

Y lo presionó. ] Los espectáculos demasiado justos son un argumento justo de falta de solidez. Ningún rostro natural tiene un blanco y un rojo tan claros como el pintado.

Pero lo bendijo. ] Benedixet, es decir, vale dixit ei, como lo traduce Vatablus: lo despidió con buenos deseos, et fortassis etiam munere, y tal vez también con un regalo, dice Junius.

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