Porque allí la batalla se esparció sobre la faz de todo el país, y aquel día el bosque devoró más gente de lo que devoró la espada.

Ver. 8. Y la madera devoró a más gente ese día. ] Mientras huían de la muerte, corrieron hacia ella; sive en stipites impegerint, sive en arbores illisetint, sive en scrobes, praecipitia aut etiam feras inciderint; si cayeron sobre los tocones, o cayeron en las zanjas, o fueron colgados en los árboles, o devorados por las fieras, o fueron muertos allí en la persecución, o golpeados en la cabeza por la gente del campo; quod arguit hanc divinam esse vindictam, dice Jerónimo.

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