Porque toda la casa de mi padre eran muertos delante de mi señor el rey; pero tú pusiste a tu siervo entre los que comían a tu propia mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo todavía de clamar más al rey?

Ver. 28. Porque toda la casa de mi padre eran hombres muertos,] sc., Por nuestro lado de Is-boset.

¿Qué derecho tengo, pues, de llorar? & c. ] es decir, para quejarme de la traición de mi sirviente, o de mi propia infelicidad.

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