Pero disteis a beber vino a los nazareos; y mandó a los profetas, diciendo: No profeticéis.

Ver. 12. Pero disteis a beber vino a los nazareos ] Opponit iam Propheta pessimam gratiam, dice Gualther. Aquí estaba la mala retribución que le dieron al Señor por todos sus beneficios; corrompieron a sus jóvenes nazareos (como los buitres arrebatan a los jóvenes avefría) y silenciaron a sus profetas, o les ordenaron al menos que se entrometieran sólo con verdades desdentadas, que predicaran la placentia; agradar las cosas, amenazándolas si lo hacían de otra manera (por eso el importe original) para que pudieran pecar sin control e irse al infierno sin obstáculos. Este Dios se queja mucho aquí, como una ingratitud horrible. Dar bien por mal es Divino, bien por bien es humano, mal por mal es brutal, pero mal por bien es diabólico.

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