Y murmurasteis en vuestras tiendas, y dijisteis: Porque el SEÑOR nos odiaba, nos sacó de la tierra de Egipto para entregarnos en mano de los amorreos y destruirnos.

Ver. 27. Porque el Señor nos odiaba. ] Un grave error. Entonces, ¿por qué debería entristecernos tanto? que nuestras buenas intenciones están tan mal interpretadas? De eso se queja aquí, como argumento del odio de Dios, de que pretendía ser un ejemplo de su amor. Deuteronomio 4:37 ; Deu 7: 8 ¿ In quo dilexisti nos? "¿En qué nos has amado?" dijeron aquellos descontentos en Malaquías, Mal 1: 2 que echaron el yelve tras el hacha, como dice el proverbio, y como niños, porque tal vez no tuvieran lo que quisieran, se volvieron hoscos y no querían nada.

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