Entiende, pues, que el SEÑOR tu Dios no te da esta buena tierra para que la poseas por tu justicia; porque eres un pueblo de dura cerviz.

Ver. 6. Comprenda por tanto. ] Somos prodigiosamente propensos a enrollarnos en el paraíso de los tontos de un sublime desatino, sobre nuestra propia valía y justicia; de lo contrario, ¿para qué necesitan tantas palabras aquí para un mismo propósito? La Escritura no usa para matar moscas con escarabajos, para partir pajitas con cuñas de hierro, para gastar muchas palabras donde no hay necesidad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad