Los ojos del sabio están en su cabeza; pero el necio anda en tinieblas; y yo mismo percibí también que un acontecimiento les acontecerá a todos.

Ver. 14. Los ojos del sabio están en su cabeza.] Considera juiciosamente las cosas pasadas, ordena con prudencia las cosas presentes y prevé providencialmente evitar los peligros que probablemente sobrevengan. a Los chinos suelen decir de sí mismos que todas las demás naciones del mundo ven pero con un ojo y sólo con dos. b Los italianos nos dicen que, mientras los españoles parecen sabios y son tontos, los franceses parecen tontos y son sabios, los portugueses ni son sabios ni lo parecen, ambos parecen sabios, y lo son.

c Esto podría creerlo antes si fuera de una boca mejor que la suya. Romani, sicut non acumina, ita non imposturas habent, dice Belarmino; Los romanos (los más ingeniosos de los italianos) no son ni muy sutiles ni muy sencillos.

Pero el necio anda en tinieblas. ] No tiene vista ni luz, pero es actuado y agitado por el príncipe de las tinieblas, que pone su mano negra ante el ojo de la mente de tales hombres y ciega su entendimiento, tratando con ellos como Plinio dice que el águila trata con el ciervo; ella se enciende sobre sus cuernos, y allí revolotea hacia arriba y hacia abajo, llenando sus ojos con el polvo que arrastran sus plumas, para que al fin él pueda arrojarse de una roca y así convertirse en presa de ella.

Un evento les ocurre a todos. ] Como hizo con Josías y Acab en la forma en que ambos murieron en la batalla. Pueden estar todos envueltos juntos en una calamidad común, y sapientes sapienter en gehennam descendiente, d los grandes sabios del mundo van muy sabiamente al infierno; allí, por falta de la gracia salvadora, los necios y los hombres más sabios se encuentran en la misma posada, aunque por varios caminos, en el mismo puerto, aunque de varias costas.

a Pροσσω και οπισσω.

b Descripción del mundo, Ec. De China.

c Heyl., Geog.

d Agustín.

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