Y las juntaron en montones, y apestaba la tierra.

Ver. 14. Y la tierra apestaba. ] Como una vez esta tierra también lo hicieron aquellas ranas inmundas que salieron de la boca del Papa. Apocalipsis 16: 3 Pero Inglaterra ya no es más un bebé, dijo el rey Enrique VIII, en su protesta contra el Papa: a no hay ningún hombre aquí, pero ahora sabe que hacen tonterías los que dan oro por plomo, etc. Seguramente, a menos que Dios nos quite el buen juicio, no sólo la autoridad del Papa será eliminada para siempre, sino que su nombre también pronto será olvidado en Inglaterra, etc.

Así él, y mucho más que le guste el propósito. Dios ha prometido quitar el espíritu inmundo de la tierra. Zac 13: 2 Fiat, fiat. Seguramente la sociedad de hombres impíos, ya sean papistas o ateos, es desagradable y tediosa, como el fango y la suciedad que se congela cuando las ranas y los sapos y otras alimañas se unen.

un acto. y Mon., fol. 990.

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