Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Ver. 1. Y vino la palabra del Señor. ] En el capítulo anterior, Dios había amenazado a los habitantes de Jerusalén por violar su pacto con él; y aquí los amenaza no menos por quebrantar el pacto con los hombres. En caso de desobediencia a sí mismo, muestra mucha paciencia muchas veces; pero en caso de deslealtad hacia un soberano legítimo, especialmente contra el juramento, es rápido y severo en sus ejecuciones.

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