Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y Taré murió en Harán.

Ver. 32. Taré murió en Harán. ] Y así se quedó corto del Canaán terrenal, pero no del celestial; al cual, hay un camino tan listo y un pasaje tan rápido, desde un lugar como desde otro. Pero como el cuerpo, una vez glorificado, pronto estará donde quiera el alma, así pronto estará el alma donde Dios quiera, una vez liberada.

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