Y sucedió que por la mañana, he aquí, era Lea, y dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te serví por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?

Ver. 25. Por la mañana, he aquí, era Lea. ] Una terrible decepción: pero el mundo siempre nos sirve. Los hebreos han tomado este pasaje como un proverbio, cuando las esperanzas de un hombre se engañan en una esposa, o en cualquier otra cosa, en la que buscaba contentamiento y consuelo.

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