Y tomó a sus hermanos con él, y lo siguió camino de siete días; y lo alcanzaron en el monte de Galaad.

Ver. 23. Y tomó a sus hermanos. ] Los impíos pueden agruparse y doblegar su fuerza contra los santos; pero están limitados por Dios. Les deja tener el balón en el pie muchas veces, hasta que llegan a la meta misma, y ​​luego les hace perder el juego. Él suelta su atadura y luego los vuelve a llevar a su tarea.

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