Raquel tomó las imágenes, las puso en el mueble del camello y se sentó sobre ellas. Labán registró toda la tienda, pero no los encontró.

Ver. 34. Póngalos en los muebles del camello y siéntese sobre ellos.] Los pecadores presuntuosos tratan como hogareños las queridas misericordias del Dios Todopoderoso, suplicándoles y pretendiendo que sigan sus malas acciones; y así pateando contra su corazón; que, por tanto, se cierran rápidamente contra ellos.

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