Y dijo a sus hermanos: Mi dinero ha sido restituido; y he aquí, está en mi costal; y les desfalleció el corazón, y tuvieron miedo, y se decían unos a otros: ¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?

Ver. 28. Mi dinero está restaurado. ] José les había robado este beneficio, que ellos malinterpretaron, y sus propios corazones desconfiados les dijeron que la mano justa de Dios estaba allí para hacerles daño. La conciencia, ahora despierta, se encuentra con ellos en todo momento, hasta que se sintieron profundamente humillados y habían hecho las paces. Más vale una llaga que una conciencia cauterizada; como, mejor un estrangulamiento tormentoso que un letargo insensato. Los maestros de las abejas nos dicen que esas son las mejores colmenas que hacen el mayor ruido.

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