Que cuando lo hubieron leído, se regocijaron por el consuelo.

Ver. 31. Se regocijaron por el consuelo ] ¡Cómo deberíamos regocijarnos en Cristo nuestro Salvador, que llevó nuestros pecados, etc., y nos liberó de la carga y el peso tanto del crimen como de la maldición!

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad