Yo, [aun] yo, [soy] el SEÑOR; y fuera de mí no hay salvador.

Ver. 11. Yo, incluso yo, soy el Señor. ] Este yo redoblado es enfático y exclusivo.

Y a mi lado no hay Salvador. ] Son burdos idólatras, por lo tanto, que preparan como salvadores a los santos que partieron.

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