Los leoncillos rugieron sobre él, [y] gritaron, y asolaron su tierra; sus ciudades fueron quemadas sin habitante.

Ver. 15. Los leoncillos rugieron sobre él y gritaron, ] es decir, el Rey de Babilonia y sus fuerzas, más feroces y caídos que los leones jóvenes. ¿Alguien tomaría la fotografía de la Iglesia? dice Lutero; a luego que pinte a una pobre doncella tonta, sentada en un bosque o desierto, rodeada de leones, lobos, jabalíes y osos hambrientos; porque esta es su condición en el mundo.

Y asolaron su tierra ] , es decir, pronto la harán así.

a Loc. com. teta. de persecut. verae Ecclesia.

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