Por tanto, no escuchéis las palabras de los profetas que os hablan, diciendo: No serviréis al rey de Babilonia, porque os profetizan mentira.

Ver. 14. Por tanto, no escuchéis las palabras de los profetas. ] Quanta opus opera, dice Oecolampadius. ¡Qué negocio es apartar a los hombres de los falsos profetas y seductores! Pero que se recuerden el fin y los males que conducen. Cavete a Melampyge.

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