El rey se sentó en la casa de invierno en el mes noveno, y [había un fuego] en el hogar que ardía delante de él.

Ver. 22. Ahora el rey se sentó en la casa de invierno. ] Allí se sentó, en su majestuoso y suntuoso palacio construido por la iniquidad, Jer 22: 13-14 curans cuticulam ad focum, manteniéndose caliente en su cámara de invierno, y descuidado de invocar a Dios; mientras la gente, fría y vacía, ayunaba y oraba en el templo, y escuchaba la Palabra leída por Baruc.

En el noveno mes, ] sc., Del año sagrado, cuyo mes era parte de nuestro noviembre y parte de diciembre, una estación fría; pero esa cosa de nada, su cuerpo, del que ahora tanto hacía, fue poco después para ser arrojado sin enterrar, de día al calor y de noche a la helada. Jeremías 36:30

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