Y [ahora] os he declarado en este día; mas no habéis obedecido a la voz del SEÑOR vuestro Dios, ni a ninguna de las cosas que él me ha enviado a vosotros.

Ver. 21. Pero no habéis obedecido la voz del Señor. ] No, tomas un rumbo contrario limpio, como si escupieras despreciativamente en la cara del cielo y luchas contra una caída con el Todopoderoso.

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