Entonces dirás: Oh SEÑOR, has hablado contra este lugar, para talarlo, que no quede nadie en él, ni hombre ni bestia, sino que será desolado para siempre.

Ver. 62. Entonces dirás: Señor, etc. ] Hay que orar por las promesas, y luego podemos esperar que se cumplan. La oración también añadida al signo exterior, según la santa Palabra de Dios, lo convierte en un signo sacramental.

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