He aquí, él bebe un río, [y] no se apresura; confía en que podrá llevar el Jordán a su boca.

Ver. 23. He aquí, él bebe un río y no se apresura ] a saber. Por miedo, tanquam canis ad Nilum, como los perros que beben en el Nilo temen al cocodrilo; o como los habitantes de esta tierra en la antigüedad bebían temiendo por sus vidas y, por lo tanto, solían tener algún amigo a quien comprometerse por su seguridad: de ahí esa expresión del que está borracho, la prometo por ti. El elefante, mientras bebe grandes tragos (más allá del del camello, que bebe, dice Plinio, lib.

8, cap. 18, Et in praeteritum, et in futurum, tanto para el tiempo pasado como para el por venir), por lo que bebe sin molestias, porque ¿quién se atreve a tratar con él? Otros animales, a causa del espanto de su disposición, rompen las corrientes de aire para mirar a su alrededor. No así el elefante, que bebe como si fuera a agotar y secar el río, y se adentra en él con un cuerpo tan grande como si quisiera detener su curso; por tanto, algunos leen las palabras así: Detiene el río para que no se apresure.

Algunos no se apresuran a comprender la costumbre del elefante de no beber hasta que primero, entrando en el agua y removiéndola, la hizo encharcada, porque no ama las aguas claras, como escribe Eliano. Tampoco en ningún momento entra en un río más alto de lo que puede respirar a través de su gran hocico, porque no puede nadar debido al peso de su cuerpo, dice Aristóteles (Hist. Anim. L. 9, cap. 46).

Confía en que puede llevarse el Jordán a la boca ]. En la vasta imaginación de su fantasía, presume que puede devorar y beber todo el Jordán a la vez. El Jordán es el río más grande de Canaán, corre a lo largo de la tierra y cae al Mar Muerto, que aún no crece al tragarlo. A esto algunos piensan que este texto alude. Pero mejor aquí por el Jordán (que surge de la raíz del Líbano, y, como dicen algunos, de una fuente doble, la del lado derecho, llamada Dan, y la otra del lado izquierdo, llamada Jor), podemos entender, por una sinécdoque, un río cualquiera; y así estas palabras no son más que una repetición hiperbólica de las primeras.

a Una cifra mediante la cual se usa un término más completo para un término menos completo o viceversa; como todo para parte o parte para todo, género para especie o especie para género, etc.

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