Y el SEÑOR expulsó de delante de nosotros a todo el pueblo, aun al amorreo que habitaba en la tierra: [por tanto] también nosotros serviremos al SEÑOR; porque él [es] nuestro Dios.

Ver. 18. También serviremos al Señor; porque él es nuestro Dios. ] Para hacer que el Señor sea nuestro Dios, se requiere, dice un reverendo, que con las más altas estimaciones, los afectos más vigorosos y los mayores esfuerzos nos demos sobre él: así estaremos en condiciones de "servirle aceptablemente". " Hebreos 12:28

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