Y muchos de ellos decían: Demonio tiene y está loco; ¿Por qué le oís?

Ver. 20. Tiene un demonio, y está loco ] Era una maravilla si los cielos no sudaran, la tierra se derritiera y el infierno se abriera al oír estas horribles blasfemias. Los tigres se enfurecen ante la fragancia de las especias dulces; también lo hicieron estos monstruos en los dulces sermones de nuestro Salvador.

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