Y el ángel del SEÑOR dijo a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; y si quieres ofrecer un holocausto, lo tendrás que ofrecer al SEÑOR. Porque Manoa no sabía que era un ángel del SEÑOR.

Ver. 16. No comeré de tu pan. ] No lo necesito, como ustedes, espectros mortales, ya que Animantis cuiusque vita in fuga est, su vida debe sustentarse con la comida, pero no así la mía: soy más que una criatura. Cristo se revela gradualmente.

Y si ofreciereis un holocausto. ] Debes ser un oferente voluntario: Dios no se esfuerza sobre nadie. Virtus nolentium nulla est.

Debes ofrecerlo al Señor.] Y por tanto a mí, que soy Aυτοθεος, el verdadero Dios.

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