Entonces Dalila tomó cuerdas nuevas, lo ató con ellas y le dijo: Los filisteos sean contigo, Sansón. Y [había] mentirosos al acecho morando en la cámara. Y los rompió de sus brazos como un hilo.

Ver. 12. Y había mentirosos al acecho. ] Esto lo pensó poco. Los malhechores ya no consideran que la ira de Dios y la ira de todas las criaturas están listas para sorprenderlos.

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