Ahora [había] hombres al acecho, permaneciendo con ella en la cámara. Y ella le dijo: Los filisteos sean contigo, Sansón. Y rompió los conos, como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Así que no se conocía su fuerza.

Ver. 9. Ahora había hombres al acecho. ] Pero no se atrevan a que sus oídos se muestren, hasta que el experimento resulte cierto y estén seguros de vencerlo.

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