Por tanto, aquel día lo llamó Jerobaal, diciendo: Baal interpele contra él, porque ha derribado su altar.

Ver. 32. Lo llamó Jerobaal, ] es decir, un hombre contra quien Baal debe luchar y contender: un título de honor; al igual que los de Iconomachus e Iconoelastes, rompedores de imágenes, aunque dados a modo de deshonra a algunos de los emperadores griegos.

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