Y los príncipes de Sucot dijeron: ¿Están ahora las manos de Zeba y de Zalmunna en tu mano, para que demos pan a tu ejército?

Ver. 6. Y dijeron los príncipes de Sucot. ] No sólo le niegan una petición tan razonable, sino que se burlan de él y lo tratan con desdén, como lo hizo después Nabal el chiflado con David; lo que le fastidiaba no poco.

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