Y esta será su inmundicia en su flujo: si su carne corre con su flujo, o si su carne se detiene en su flujo, es su inmundicia.

Ver. 3. Es su inmundicia. ] De esta manera se les enseñó la vileza del pecado, especialmente del pecado original, que peccatum peccans, como lo llaman las Escuelas; ese pecado pecaminoso, como San Pablo, Rom 7, 13 por tan inmundo que es, que no puede llamarlo peor que por su propio nombre, como si quisiera un epíteto más adecuado.

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