Esta [es la porción] de la unción de Aarón, y de la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas del SEÑOR, el día [cuando] las presentó para ministrar al SEÑOR en el oficio del sacerdote;

Ver. 35. Esta es la porción de la unción. ] Es decir, de los sacerdotes ungidos; y eso porque fueron ungidos para el oficio. Aquí Orígenes, a su manera, convierte todo en alegorías y misterios, y nos habla de un triple sentido de la Escritura, (1.) Literal; (2.) Moral; (3.) Místico: comparándolos con la parrilla, la sartén y el horno, usados ​​para aderezar la ofrenda de carne. Levítico 7: 9 Pero este anhelo de alegorizar textos oscuros y difíciles tiene un peligro no pequeño.

Y puedo dudar de Orígenes, como de Jerónimo, Utrum plus boni peritia linguarum, qua excelluit, an mali suis allegoriis, in quibus dominatus fuit, ecclesiae Dei attulerit; si hizo más daño o bien a la Iglesia. a

a Alegorias spumam scripturae vocat Luth., en Gen. iii., p. 67. Amama, Antibarb.

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