Entonces se acercaron los discípulos a Jesús aparte, y dijeron: ¿Por qué no pudimos echarlo fuera?

Ver. 19. ¿Por qué no pudimos echarlo? ] Habían escuchado por qué antes, pero o no le hicieron caso o no estaban dispuestos a escuchar en ese oído. No debían admitir que fue culpa suya, que la curación no fue efectuada por ellos, sino por alguna otra ocasión (la infidelidad del padre, la perversidad de la gente, etc.), lo cual fue, aquí preguntan. ¡Cuán poco dispuestos estamos a que nuestro centavo se guarde en otro lugar que no sea buena plata! ¡Cuán dispuestos a apartarnos del que habla del cielo, παραιτησησθε , Heb 12:25 y confundirnos en las causas de nuestros abortos espontáneos!

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