Y estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres.

Ver. 22. El Hijo del Hombre será entregado ] Esto nuestro Salvador a menudo inculca, para expulsarlos de su sueño dorado de un reino terrenal; que les gustó tanto, que difícilmente podrían renunciar a él. No es fácil ser desengañado, desengañado. El error una vez admitido no se expulsa sin más. Se pega a nuestros dedos como brea: fíjate en cómo nos entrometemos.

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