Y acercándose Jesús, los tocó y dijo: Levántate y no temas.

Ver. 7. Jesús se acercó y los tocó ] Por tanto, Cristo mata a los suyos para darles vida; los derriba para revivirlos y resucitarlos en la oportunidad del tiempo (εν τω καιρω, Os 6: 1-2 1Pe 5: 6): no así el diablo, ese destructor, que no tiene sus nombres en balde, Apolión y Abaddon.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad