Orgulloso y altivo escarnecedor es su nombre, que se burla de la ira de la soberbia.

Ver. 24. Orgulloso y altivo escarnecedor es su nombre. ] Le da un mal nombre, y yace bajo el reproche común de una persona orgullosa y malhumorada. Busca renombre por su rabia y venganza, como Lamec que alardeó de su valor de esta manera a sus esposas; Alejandro Fereo, que consagró la jabalina con la que había matado a Polifrón; Celio, el abogado, que se enorgullecía de ser el romano más perverso y frágil (luchador) vivo, etc.

Pero Dios carga a tal hombre con deshonra, como aquí, y le da su debido carácter. Los hombres también lo odiarán y lo despreciarán por un "hijo de Belial", como dijeron de él los siervos de Nabal; porque a un loco frenético, enfurecido una vez, no le importa lo que dice, como Jonás, lo que hace, como Saúl, quien, enfrascado en una orgullosa ira, fue tan encendido por el diablo, que no pudo ser apagado hasta que cayó en el lago inextinguible.

Además de la infamia que nunca será borrada, la marca del oprobio, como el de Datán y Abiram, quienes se levantaron con orgullosa ira contra Moisés y Aarón, y por lo tanto son dignamente estigmatizados con un "este es ese Datán", Núm 26: 9 como ese otro, "este es el rey Acaz", 2Cr 28:22 y, como solemos decir de él, es un tonto orgulloso.

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