Morirá sin instrucción; y en la grandeza de su necedad se extraviará.

Ver. 23. Morirá sin instrucción. ] Pasar el lapso de esta vida transitoria según los caminos del propio corazón, es perecer para siempre. Pero, ¡oh, qué locos son los que se privan de una habitación en esa ciudad de las perlas para unas sucias delicias y placeres carnales!

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