Porque está sentada a la puerta de su casa, en una silla en los lugares altos de la ciudad,

Ver. 14. Porque ella se sienta a la puerta. ] Con hábito de ramera, para ver y ser visto; la apariencia y el atuendo de las rameras. Cicerón compara ingeniosamente la lengua griega con una prostituta ambiciosa, quae multo luxu superfluat, que se superpone con demasiada valentía; pero la lengua latina para una matrona honesta y modesta, cui nihil deest quod ad honestum pertinenteat mundiciem, que no quiere nada de una necesaria pulcritud. Salomón hace aquí una comparación semejante entre sabiduría e insensatez.

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